Desvelada
Hoy, no he podido pegar ojo. He dado mil vueltas en la cama y diez mil a la cabeza. No he dejado de pensar en ti.
He pensado que quizá mañana cuando me levante, pueda ir a verte y a darte un abrazo. Ya de paso, te robaré un beso mientras te haces el sorprendido.
He pensado que podemos coger el coche e ir a una playa a pasear descalzos por la orilla mientras recuperamos los minutos que no estamos juntos; o que quizá prefieras, quedarte en casa enredado conmigo entre las sábanas para poner al día nuestros besos.
He pensado que me gustas tanto que no hago otra cosa que pensar, imaginar y soñar contigo. Me muero por estar entre tus brazos! Son tantas las cosas que quiero hacer contigo!
Sin embargo, espera! Me acabo de dar cuenta que mañana no puedo ir a verte, ni a darte un abrazo ni a robarte un beso. Tampoco puedo ir a la playa ni enredarte entre mis sábanas. Había olvidado algo importante.
Había olvidado que ya no estás. Que ya hace tiempo que no. Que ya no sé nada de ti; ni de lo que haces ni de lo que piensas. Que no te voy a ver, ni a oler, ni a besar ni a mirar; que eso ya quedó atrás; que eso ya forma parte de otra parte.
Había olvidado que ya no. Y que éste "ya no" se puede aplicar a todos esos planes y sueños ilusos que yo inocentemente planeaba contigo. Créeme que eran muchos.
Qué extraña sensación ésta de soñar con lo imposible. Qué injusto darse cuenta de que pasa el tiempo pero los sentimientos están ahí. Qué mal que aún cuando intento olvidarte, siempre encuentro algo por lo que recordarte.
Así que perdón. Mañana no podemos quedar. Pero tampoco puedo olvidar.
Comentarios
Publicar un comentario