Sólo un abrazo

Quisiera verte y decirte que tengo unas ganas enormes de abrazarte. Pero no te lo diría. Símplemente, lo haría. Para sentirte, respirarte...y quitarte los miedos y las dudas del olvido de un plumazo. Para que te sientas en tierra segura. Para que no quede espacio entre los dos. Sería un abrazo...enorme, intenso, más aún que especial; sería nuestro. No habría reproches, te lo prometo. 

Podríamos incluso bajar la guardia y dejar nuestras asperezas a un lado, para que resuelvan sus problemas mientras tú y yo nos fundimos en un buen rato de risas y miradas cómplices. Sería genial volver a tener algo así aunque sólo fuese durante un momento fugaz.

Te propondría ir a la playa en la que un frío día de invierno me sorprendiste con un improvisado te quiero escrito en la arena mientras yo caminaba con un paraguas rojo por la orilla directa a encontrarme contigo. Me encantaría hablar contigo de todo y de nada. Realmente, ya lo sabes todo.

Me gustaría hacer muchas cosas. Pero...es imposible. En este caso sí. Así que...de momento, sueño con ese abrazo y con esa playa y contigo. Y sólo te digo que...gracias por dejar en mí este trocito de ti y por haberme enseñado tanto y tantas cosas que nunca olvidaré